Casapalma fue la sede de un señorío y condado creado a finales del siglo XV sobre una antigua alquería nazarí. Se le otorgó por los Reyes Católicos a Sancho de Rojas y su esposa Margarita de Lemnos. Al constituirse en señorío albergó jurisdicción independiente hasta su abolición en 1812. Fue entonces cuando su término se repartió entre los municipios colindantes. En la actualidad se conserva la casa señorial. La ermita, destruida a principios del presente siglo, constituyó la parroquia del condado.