La ocupación islámica a principios del siglo viii inicia un nuevo periodo histórico. Cártama, dentro de la provincia o Cora de Rayya, es uno de los distritos de la Península Ibérica mejor conocidos por la afluencia de familias árabo-yemeníes que se asientan en su solar. Así, miembros de los tuyibíes, lajmíes o ansaríes se instalaron aquí atraídos por un amplio territorio de fértiles valles, fáciles comunicaciones y proximidad al mar. Frente a la ocupación de los valles por los árabes, las montañas limítrofes constituirán el territorio de los cristianos.
