La basílica del foro de la Cartima romana fue el lugar público donde se impartía justicia y se realizaban transacciones comerciales. El edificio tuvo 30 m de longitud y unos 10 de ancho. Estaba formado por un gran salón para las reuniones y una cabecera absidal en tribuna
elevada a la que se accedía por unas escaleras. Todo el edificio estaba revestido de mármol local procedente de la sierra de Cártama.